Jabón de granada

lunes, 18 de junio de 2012




Hola a todos, os presentamos un nuevo jabón, es una combinación de varias técnicas, y está dedicado a unos amigos que viven en Tánger y me descubrieron un tesoro allí.

De todos es conocido la importancia en la cultura árabe del agua, en España tenemos un ejemplo estupendo en la arquitectura de la Alhambra y el Generalife, en Granada , por no recordar tantas otras ciudades (Córdoba, Sevilla, Toledo...) donde los jardines con fuentes en  el centro de los mismos, nos hacen soñar con el murmullo del agua haciendo diversos recorridos y refrescando los cálidos patios, del placer de los hamanes...etc.

Podreis observar que está hecho de capas, tambien con firulillos y al fin es un jabón enmarcado. En todas ellas es importante tener en cuenta diferentes variables, como los  tipos de aceites a utilizar, la dureza de los mismo, los esenciales y posible aceleración de la traza, y cómo no, la concentración de la disolución.


En varias ocasiones hemos hablado de la concentración de la lejia en el jabón; para una fórmula tipo equilibrada (50/50), esta concentración suele ser de un 28%, en jabones líquidos puede bajar hasta un 25%, y en otras ocasiones se eleva hasta un 40%.

Esta subida de concentración es lo que se denomina DWCP, es decir descuento de agua para el proceso en frio.

Es muy interesante usarla para fórmulas con un alto porcentaje de aceites blandos, para aumentar en ocasiones la dureza del jabón, para asegurarnos de que gelifiquen, para aumentar la suavidad del jabón, acelerar el secado del jabón, etc....
También es muy importante tener en cuenta que una alta concentración significa también mayor riesgo de quemaduras, si por casualidad derramamos la lejía. La temperatura al disolver la sosa puede aumentar de forma muy rápida, hay que tener mucha precaución. Por ello no es recomendable  utilizarla si no estamos seguros de saber cómo hacerlo, con qué tipo de jabones, y cuales serán las consecuencias de un mal uso.
Desde luego no es nada recomendable para principiantes.

Este jabón en alguna de sus partes está hecho con este método (DWCP), y lleva, entre otros, manteca de karité, aceite de pepita de uva, aceite de almendras, por supuesto aceite de oliva, coco, y aguacate. Es un jabón muy hidratante. Además se sustituyó el agua por una infusión concentrada de flor del árbol del granado, traido desde Tánger, y hojas de la misma trituradas.
Aunque la mayoria de las propiedades del Granado las tiene el jugo de su fruta, las infusiones de la flor del Granado tienen también propiedades calmantes y tonificantes en la piel.

Huele a cítricos principalmente, aunque con un toque de sándalo, de ámbar e incienso que le dan un aire misterioso de los cuentos de las mil y una noches.

Esperamos que os guste.
Besos, Mónica y Raquel.


 
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