Paz en Navidad

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Y todos los días, es nuestro deseo desde "El arte del jabón".
Felices Fiestas.


El jabón perfecto

viernes, 14 de diciembre de 2012




A aquellos que solemos hacer jabón suele asaltarnos con frecuencia una pregunta ,¿existe una fórmula para obtener el jabón perfecto?. Y sin darnos cuenta caemos en la trampa. El jabón perfecto no existe, o mejor, existen infinitos jabones perfectos.
¿Cómo es posible?. Muy sencillo, el jabón perfecto es aquél que cubre nuestras necesidades dermatológicas en un momento determinado. Así el jabonero deberá saber formular para conseguir un jabón para pieles sensibles, o deshidratadas o muy grasas...o muy secas, utilizando los aceites que sean los más adecuados a esas necesidades y sobreengrasando su jabón para aprovechar al máximo las propiedades de esos aceites.

Aunque es cierto que existen unos rangos de valores en las calculadoras de saponificación, deberemos usarlos como orientación, en función de las propiedades que queremos conseguir en nuestros jabones "perfectos",por ejemplo, si quiero un jabón muy emoliente y poco limpiador ( en caso de pieles muy sensibles o atópicas) no debe importarme que el valor del acondicionado sea elevado, 55 o más. (Esto no significa que debamos obviar los rangos de valor, pero si que pueden salirse de esa zona ideal.)

Veamos las propiedades de algunos de los aceites más habituales para hacer jabón o a los que tenemos más fácil acceso.

  • Aceite de oliva: Indispensable (al menos aquí),para hacer jabón. Tiene un alto porcentaje de insaponificables, y es muy apreciado por su alto poder humectante e hidratante, a la vez que no obstruye la piel sino que ésta puede respirar. Hace una espuma con burbujas pequeñas y densa y ha sido muy apreciado para tratar la piel de bebés y pieles sensibles. Hacer especial referencia al "Jabón de Castilla" utilizado durante siglos. Combinado este aceite con el de coco ( jabones Coco-Oliva ) para mi gusto es de los mejores jabones que he hecho, con diferencia.

  • Aceite de coco: Otro indispensable en los jabones, por la dureza, la espuma, y la limpieza que aporta. Si se usa en el porcentaje adecuado hidrata, pero usado en exceso provoca el efecto contrario reseca muchísimo.Es un aceite saturado que da jabones muy duros y muy solubles.

  • Aceite de palma:Combinado con el aceite de oliva y el de coco, da jabones muy buenos y evita el exceso de coco que reseque la piel. Tiene un alto porcentaje de ácidos grasos libres, ayuda a los demás aceites a saponificar con más rapidez y aporta a los jabones dureza y espuma, aunque se obtienen jabones menos solubles que con el aceite de coco.

  • Aceite de ricino: Con un elevado grado de ácido rinoleico que le confiere esa textura tan característica. Como el aceite de oliva es muy humectante. Usado en altos porcentajes nos dará un jabón blando, pero usado correctamente nos dará un jabón muy emoliente, duro.

  • Manteca de cacao:Es una grasa que nos dará jabones de gran dureza, se obtiene de los granos de cacao y es muy hidratante, aunque no se absorbe con facilidad por la piel.Contiene altas cantidades de ácidos grasos saturados. Una elevada cantidad de manteca de cacao dará jabones muy quebradizos por su dureza, por lo que no debemos usar más de un 10-15% en nuestras fórmulas.Al jabón le aporta, dureza, suavidad y espuma.

  • Manteca de karité:Se obtiene del prensado de los frutos del árbol del mismo nombre, y es muy apreciada por sus propiedades hidratantes, se absorbe con facilidad y tiene gran cantidad de insaponificables (parte de las grasas que no se descomponen y conservan sus propiedades nutritivas e hidratantes). Aporta al jabón dureza y persistencia además de suavidad.

Como podemos ver tenemos mucho material para conseguir nuestro "Jabón Perfecto", para ello no es necesario crear fórmulas muy complicadas, muchas veces los mejores jabones son los más sencillos. Otra cosa es el diseño, que no tiene nada que ver con la perfección del jabón...

Un saludo y hasta pronto.
M&R


Taller de jabón artesanal especial decoración

lunes, 29 de octubre de 2012


                                       

Hola de nuevo, a todos los amantes del jabón.
Después de haber pasado por varios estados de ánimo, (duda, incertidumbre,emoción,...etc), nos hemos decidido a impartir un curso de decoración de jabones. Será en Madrid, en las instalaciones, que generosamente nos ha cedido Isabel, de  la tienda Jabón y Vida.
Para los asiduos a Mendrulandia no os es desconocida, y muchos seguro que conoceis personalmente a Isabel, que además es encantadora.
Aviso para navegantes:
Es importante saber que este curso está indicado para aquellas personas que hacen jabón con asiduidad, no es de iniciación, por lo que os aconsejamos que si quereis aprovecharlo al máximo, tengais un poco de experiencia en el procedimiento.
En el cartel teneis información sobre algunas de las cositas que os estamos preparando, además de alguna que otra sorpresa.
Si estais interesados nos podeis mandar un mail a:
arteyjabon@gmail.com
talleres.jabonyvida@gmail.com

Os esperamos.
Un saludo, de Mónica y Raquel.

Jabón de granada

lunes, 18 de junio de 2012




Hola a todos, os presentamos un nuevo jabón, es una combinación de varias técnicas, y está dedicado a unos amigos que viven en Tánger y me descubrieron un tesoro allí.

De todos es conocido la importancia en la cultura árabe del agua, en España tenemos un ejemplo estupendo en la arquitectura de la Alhambra y el Generalife, en Granada , por no recordar tantas otras ciudades (Córdoba, Sevilla, Toledo...) donde los jardines con fuentes en  el centro de los mismos, nos hacen soñar con el murmullo del agua haciendo diversos recorridos y refrescando los cálidos patios, del placer de los hamanes...etc.

Podreis observar que está hecho de capas, tambien con firulillos y al fin es un jabón enmarcado. En todas ellas es importante tener en cuenta diferentes variables, como los  tipos de aceites a utilizar, la dureza de los mismo, los esenciales y posible aceleración de la traza, y cómo no, la concentración de la disolución.


En varias ocasiones hemos hablado de la concentración de la lejia en el jabón; para una fórmula tipo equilibrada (50/50), esta concentración suele ser de un 28%, en jabones líquidos puede bajar hasta un 25%, y en otras ocasiones se eleva hasta un 40%.

Esta subida de concentración es lo que se denomina DWCP, es decir descuento de agua para el proceso en frio.

Es muy interesante usarla para fórmulas con un alto porcentaje de aceites blandos, para aumentar en ocasiones la dureza del jabón, para asegurarnos de que gelifiquen, para aumentar la suavidad del jabón, acelerar el secado del jabón, etc....
También es muy importante tener en cuenta que una alta concentración significa también mayor riesgo de quemaduras, si por casualidad derramamos la lejía. La temperatura al disolver la sosa puede aumentar de forma muy rápida, hay que tener mucha precaución. Por ello no es recomendable  utilizarla si no estamos seguros de saber cómo hacerlo, con qué tipo de jabones, y cuales serán las consecuencias de un mal uso.
Desde luego no es nada recomendable para principiantes.

Este jabón en alguna de sus partes está hecho con este método (DWCP), y lleva, entre otros, manteca de karité, aceite de pepita de uva, aceite de almendras, por supuesto aceite de oliva, coco, y aguacate. Es un jabón muy hidratante. Además se sustituyó el agua por una infusión concentrada de flor del árbol del granado, traido desde Tánger, y hojas de la misma trituradas.
Aunque la mayoria de las propiedades del Granado las tiene el jugo de su fruta, las infusiones de la flor del Granado tienen también propiedades calmantes y tonificantes en la piel.

Huele a cítricos principalmente, aunque con un toque de sándalo, de ámbar e incienso que le dan un aire misterioso de los cuentos de las mil y una noches.

Esperamos que os guste.
Besos, Mónica y Raquel.


Cómo se hace el jabón. Parte 6. Conceptos

miércoles, 25 de abril de 2012






Hola chicos, después de tanto tiempo hoy vamos a hablar otra vez de cómo se hace el jabón. Si habéis leído las entradas anteriores aquí, seguramente habréis hecho ya alguna pastilla de jabón y seguro que ya hay alguno que está totalmente enganchado a ésto de hacer jabón. 

Muchas veces nos preguntan sobre conceptos como la concentración, el sobreengrasado o el índice de saponificación. Pues bien, hoy intentaremos explicar un poco qué significan éstas palabras tan raras que usamos los jaboneros cuando hablamos del jabón. Intentaré hacerlo de la forma más sencilla posible.

Índice de saponificación, indica la cantidad de hidróxido potásico (potasa caústica) que necesitamos para saponificar un gramo de cualquier grasa. Si utilizas hidróxido de sodio (sosa caústica), habrá que dividir el valor del hidróxido potásico (KOH) entre 1,4025. De todas formas podéis ver las magníficas explicaciones que hace mendru en las intrucciones de la calculadora de saponificación
La concentración, cuando hablamos de ella, nos estamos refiriendo a la concentración de la lejía, es decir a la cantidad de agua que vamos a utilizar para disolver la sosa. Cuando decimos que una fórmula tiene una concentración del 30% significa que la lejía (mezcla de agua y sosa o potasa) que vamos a utilizar está hecha con un 30% de sosa o potasa y con un 70% de agua. Por ejemplo si vamos a utilizar una fórmula con 30 gr. de sosa caústica y la concentración es del 30%, disolveremos ésta sosa en 70 gr. de agua.
Si una fórmula está hecha con un 40% de concentración significa que de la mezcla total de agua y álcali, el 40% será sosa o potasa y el 60% agua.
Cuando utilizamos concentraciones superiores al 30% estamos realizando nuestro jabón en frío con descuento de agua, o lo que se conoce como DWCP. Cuando utilizamos concentraciones más altas, hay que trabajar más rápido, ser cuidadoso a la hora de deshacer el álcali, pues la lejía puede tomar una temperatura muy alta y trabajar con los ingredientes lo más frío posible (incluso con baño maría de agua fría), hasta los esenciales se pueden meter unas horas antes en el frigorífico.
El sobreengrasado, ¿Qué quiere decir que un jabón está sobreengrasado?, pues que tiene un exceso de grasa que queda en el jabón sin saponificar. Es la cantidad de grasa que se añade de más. Cada jabón tiene un índice de saponificación que nos indica la cantidad determinada de álcali que necesitamos para saponificar completamente una grasa. Pues bien, si a ésta cantidad determinada de sosa o potasa le añadimos más cantidad de grasa, que la que nos indica su índice de SAP, obtendremos jabones con un ligero sobreengrasado que permanece en nuestras pastillas de jabón. Normalmente los jabones cosméticos con exceso de grasa son más suaves para la piel.  Éste exceso de grasa se puede añadir desde el principio o al final, al llegar a la traza, para preservar los aceites más delicados y que luego beneficien nuestra piel.

Éstos son algunos de los concentos básicos que faltaba incluir en las entradas de cómo hacer jabón. Espero que haya aclarado un poco vuestras dudas y como siempre que os animéis a hacer jabón...


Feliz semana para todos

Jabón de regaliz

sábado, 7 de enero de 2012





Hola de nuevo, a todos los jaboner@s, os presentamos el último jabón que preparamos. Hace tiempo que tenía ganas de hacer un jabón en blanco y negro, el problema que suelen dar estos jabones es que destiñen al usarlos si quieres que el negro sea intenso. Habitualmente uso el óxido negro para mezclar con otros colores y conseguir colores más oscuros, el carbón la verdad es que no lo hemos usado. De forma que para evitar esto, decidí sustituir el agua de la lejía por un concentrado de café, para colorearlo después con algo de óxido negro, el resultado ha sido muy satisfactorio ya que el jabón no destiñe nada al usarlo, y se ha quedado un color negro intenso.

Si alguno de vosotros ha realizado algún jabón con café en vez de agua habreis comprobado que deja un olor muy característico, que sin llegar a ser desagradable necesita una combinación de aceites esenciales que le vaya bien. En este caso la mezcla ha sido de aa.ee de anís, clavo y una pizca de jengibre. El jabón tiene un aroma a regaliz negro, que no os podeis imaginar, es maravilloso, y de hecho el color negro es el de las gominolas de regaliz negro.

La decoración de la parte superior está dibujada con jabón negro, al secarse esta capa se  rellena con la capa blanca y cuando esta capa se ha endurecido ponemos la siguiente capa negra con unos confeti de jabón de anís.



Espero que os haya gustado y haya sido de ayuda.
Saludos a todos de Mónica y Raquel.

 
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